Nuestra Señora de Candelaria ya se encuentra preparada para su fiesta litúrgica. Este año estrena un manto brocado de seda en blanco y oro y las cuelgas del trono en terciopelo azul real con aplicaciones en plata, ambos donados por una familia en agradecimiento a la Virgen, y que han sido bordadas y confeccionadas por Jaime Estévez.
Se ha escogido para el diseño la hornacina donde se encuentra la Virgen, y en su interior, una copia bordada de algunas vidrieras de la Basílica.
Las vidrieras elegidas para los bordados, tienen una intención catequética, mostrando diversos momentos de la vida de María. Las de la Anunciación y la Visitación se encuentran en la nave del evangelio, y la Presentación en el Templo y María, Reina de los cielos, en la nave de la epístola. Los colores blanco y azul de la vestimenta de María en todos los bordados la identifican con la Inmaculada Concepción, siendo el blanco el color de la pureza, y el azul, una alusión a la grandeza del alma de Nuestra Señora.
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